Descripción:
Podríamos decir que cada uno tenemos nuestro drama en la cabeza que nos aleja de la realidad (y de la felicidad).
Creo que conviene saber cuál es el de cada uno.
Hoy os voy a compartir parte del mío por si os ayuda a aclararos con el vuestro.
Se trata de mi vergüenza…
Me da vergüenza todo lo que tiene que ver con mi torpeza y mi inseguridad. Me cuesta tanto que se me vean así, limitado, que intento esconderlas y compensarlas tratando de parecer fuerte y seguro.
A veces lo consigo, sintiéndome superior a los demás… y a veces, no, y mi auto crítica me lleva a sentirme inferior.
Mogollón de veces me siento inadecuado y rechazado por los demás. Tengo la sensación de que no les gusta mi forma de ser y para evitar que me afecte su crítica, me machaco yo mismo primero. Así parece que me ahorro la posible humillación que venga de fuera. Y, bueno, este es mi circuito.
Menos mal que, gracias a la terapia, lo conozco y lo puedo aflojar a veces… pero otras me atrapa y me da un buen revolcón.
terapia gestalt madrid inseguridadEn estos casos jodidos, no acaba ahí la cosa: al acusarme de no ser válido, genero olas de tristeza y de enfado hacia mi mismo. Y como me cuesta sentir y atravesar estas emociones, las reprimo como puedo y me refugio en una especie de impasibilidad muy conocida por mí.
Total, que me alejo de mi mismo, me aíslo y, como consecuencia, me asalta una terrible soledad.
Otras veces, gracias a la práctica que ya tengo de observar este circuito, si que puedo pararme, dar un paso atrás, y ver con perspectiva mi drama… Entonces puedo observar lo que está despertando mi niño avergonzado y mi juez acusador
Entonces puedo hablar con ellos, y, desde mi adulto consciente, acoger a mi niño y ponerle límites a mi juez, pidiéndole apoyo en vez de crítica.
Y ahí ando… haciendo lo que puedo…