Descripción:
ENEATIPO CUATRO
En la anterior entrega/publicación sobre el eneatipo Tres, ya comentamos que en todas las personas operan los tres centros: el emocional, el mental y el instintivo, aunque en cada uno de nosotros predomina uno sobre los demás, resultando en un desequilibrio que se manifiesta en nuestra manera de funcionar. En las personas que se identifican con el eneatipo Cuatro, es el centro emocional el que parece llevar el mando. Dicho centro está relacionado con el mesoencéfalo (cerebro mamífero).
El mesoencéfalo o cerebro mamífero está dotado de un sistema límbico que está asociado a la capacidad de sentir y desear. Se encuentra sobre el cerebro reptiliano y está constituido por seis estructuras: el tálamo (que se encarga de las sensaciones de placer-dolor y gestiona la información sensorial que llega desde los sentidos, con excepción de la olfatoria), la amígdala (responsable del procesamiento y almacenamiento de reacciones emocionales), el hipotálamo (que se ocupa del cuidado de los otros, característico del comportamiento de los mamíferos), los bulbos olfatorios, la región septal (encargada de la percepción de estímulos placenteros) y el hipocampo (responsable de la memoria consciente e inconsciente).
En este sistema se dan procesos emocionales y estados de calidez, amor, gozo, depresión, odio, etc., y procesos que tienen que ver con nuestras motivaciones básicas .Abarca, pues, aquellas funciones que nos ayudan a establecer contacto con los demás, a sentirnos unidos, plenos y valiosos, dignos de ser amados.
La triada emocional, representada por los eneatipos 2,3 y 4, perciben la vida fundamentalmente como un lugar donde se establecen las relaciones afectivas, por lo que suelen estar más centrados en el pasado.
Las personas que se identifican con el eneatipo Cuatro están interesadas sobre todo en el desarrollo de su imagen. Se construyen una falsa identidad, y se amoldan a ella con la esperanza de atraerse el amor de los otros/as. Dentro de la triada emocional las personas pertenecientes al eneatipo cuatro buscan tener una compleja historia sobre uno/a mismo/a y dar mucha importancia a todas las características personales, fundamentalmente al plano de las emociones.
Los dos temas principales de la triada emocional tienen que ver con la identidad, ¿Quién soy? y con la hostilidad (Te odio porque no me amas como yo quiero).
Es mejor beber de aflicciones profundas que catar los placeres superficiales.
RICHARD RISO&RUSS HUDSON
Las personas con eneatipo Cuatro dirigen su atención y energía hacia dentro para mantener una imagen basada en sus sentimientos, fantasías e historias del pasado. Su personalidad se centra en ser diferente. Los Cuatro menos sanos suelen considerarse víctimas y prisioneros de su pasado, creen que no tienen posibilidad de ser de otro modo por todo lo que han sufrido, por su historia. Por eso intentan atraer hacia sí atención y lástima, buscando la validación. Los cuatro buscan ser salvados, que alguien los entienda y los apoye en su vida y sus sueños. Se mantienen en un lugar de despertar el interés, aunque limitando el acceso a los demás. “Se que valgo porque soy único/a, distinto a todos/as los demás”. Al igual que el eneatipo tres,“corren el peligro de creerse su propia propaganda” (Richard Riso & Russ Hudsson).
En la triada emocional la vivencia interna es de desvalorización de lo que son, y esa sensación de no valer desemboca en un sentimiento de vergüenza (al igual que en la triada instintiva aparecía la ira). Las personas que se identifican con el eneatipo Cuatro huyen de sus sentimientos más profundos de vergüenza a través de la dramatización de lo que consideran pérdidas y heridas, poniéndose en el papel de víctimas.
Yo soy yo. Nadie me comprende. Soy diferente y especial
RICHARD RISO&RUSS HUDSON
Las personas de este eneatipo se sienten diferentes y especiales, de aquí emana su identidad. Se sienten con dones y capacidades exclusivasque los hacen especiales. En la misma medida que tienen esta capacidad de sentirse singulares, también consideran que tienen carencias especiales: carecen de todo aquello que los demás sí tienen.
Voy en un tren sola/o y desde aquí me imagino cómo la vida que tienen las personas que intuyo detrás de los cristales de las fachadas es mejor que la mía.
Es característico de este eneatipo el tener una imagen propia negativa y la autoestima baja, y para compensarlo fantasean y reconstruyen una imagen idealizada de sí mismas. Construyen su identidad en base a lo que sienten, y se identifican con sus sentimientos buscando una estabilidad. Pero si yo soy mis sentimientos y estos cambian, entonces mi identidad siempre es variable. Para evitar esta inestabilidad y encontrar la seguridad se identifican más con unos sentimientos, los mas familiares, que con otros.
En ese fantasear sobre su imagen, también lo hacen sobre sus cualidades, se crean una imagen fantástica interna de sí mismos/as. Puede llegar a tener una imagen muy distorsionada de sus habilidades reales. Son hipersensibles y susceptibles frente a acontecimientos sin importancia o comentarios banales. Rasgos que ven como parte de su ser diferente. Su susceptibilidad hace que las personas de su alrededor tengan que andarse con cuidado para no ofenderlas, lo que provoca que se alejen cuando encuentran demasiado complicado estar teniendo que ser tan cuidadoso para no molestar o para estar a la altura emocional, para empatizar con ese estado.
Siento luego existo
La pauta que los mueve es la necesidad de ser vistos; es como si no hubiesen sido vistos de pequeños/as, y tampoco reconocidos. Desde un punto de vista sicológico la pregunta que les urge es: si no me parezco a mis padres ¿Quién soy?, o dicho de otra forma ¿Son de verdad mis padres? De aquí surgiría la sensación de abandono, primero por los padres y luego por otras personas. Desde este lugar buscan a alguien que les salve, que les quiera, y que les complete. Expectativa que es muy difícil de cumplir y que les pone en un lugar de vulnerabilidad.
Es terriblemente divertido comprobar por cuantos climas diferentes de sentimientos puede pasar uno a lo largo del día.
ANNE MORROW LINDBERGH
Buscan la intensidad emocional, y en lugar de dejar que los sentimientos afloren de forma natural ante los acontecimientos cotidianos, fantasean con situaciones y personas que les lleven a estados emocionales intensos, como puede ser recordar amores pasados, escuchar músicas que les evoquen momentos de alta emocionalidad, etc. Esto lo refuerzan modificando su entorno. Les atrae lo exótico, los objetos simbólicos y artísticos, y todo aquello que ayude a crear una atmosfera acorde a su momento existencial.
También buscan la diferencia, el ser especiales. Algunas veces lo hacen desde el ámbito de la emoción, adoptando estados emocionales diferentes a los de las personas que hay a su alrededor, o también en lo relacionado a su modo de vida: no querer tener un trabajo de 8 horas, vivir en un sitio normal, o seguir las normas. Esta actitud de mostrarse “distinto/a” puede llevarles al aislamiento y a desestimar muchas de las buenas cualidades que tienen por el hecho de que éstas no les diferencian del resto.
¡Nadie me comprende!
Contrasta su continua demanda de apoyo y de escucha, con la poca escucha y apoyo que ofrecen a la otra persona; están centrados/as en sí mismos/as, en sus emociones y preocupaciones. Se encierran en su percepción de que no son comprendidos/as, y entran en un bucle que les lleva al aislamiento y a alejarse de la realidad, con lo que se hace más difícil diferenciar lo que viven de lo que realmente ocurre.
Lo único que hemos de hacer es abandonar el hábito de considerar real lo que es irreal. Cuando dejemos de considerar real lo que es irreal quedará la realidad sola y eso seremos.
RAMANA MAHARSHI
Son personas que se aficionan inconscientemente a las dificultades, es su forma de atraer la atención y de buscar un/a salvador/a que se ocupe de ellas.
La pasión dominante del Cuatro es la ENVIDIA.
Buscan su derecho a la felicidad a través del sufrimiento. Se sienten especiales, diferentes, pero colocándose por debajo a las demás personas. Otorgan al resto las cualidades que no pueden ver en sí mismas, lo que las lleva a la comparación, y de aquí a la envidia. Asocian su identidad a la carencia, y se sienten especiales porque sufren más que los demás y porque su vida es más difícil que la de los demás. Se sienten personas especiales en la parte carencial. Esto las coloca en un Lugar. Se regodean en su sufrimiento, desplegando una actitud victimista y culposa.
Algunas ideas locas serían “si sufro mucho mereceré la pena”; su pasión está en sufrir. No pueden vivir sin alguien que les ame, pero si esa persona les ama significa que no vale nada, ya que se ha rebajado a quererla.
Son personas quejosas, que exigen mucho al amor, que piden continuamente. Se trata de una personalidad masoquista, centrada en la carencia. Y dentro de todas las carencias la más importante es el amor; llevan como una losa el sentimiento de abandono y rechazo.
La fijación del eneatipo Cuatro es la INSATISFACCIÓN.
Siempre se colocan en la carencia. Desde que se levantan ya piensan que el día puede ir mal, que todo va a ser insatisfactorio, igual que ha sido toda la vida. Su insatisfacción viene de querer sentirse especiales, y lo especial es sufrir, el ser feliz es vulgar. Se muestran desde el pobrecito/a para que le/la quieran. Piensan que desde un lugar de poder nadie les/as va querer.
La insatisfacción viene también de su fantasía, de la idea loca de que el resto de las personas es muy feliz y les funciona todo. De esta insatisfacción de no ser feliz viene su pasión, que es la envidia.
El lado sano de los Cuatro
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