NEATIPO SIETE
Con el eneatipo Siete finalizamos la triada mental formada además por los eneatipos Cinco y Seis. Como comenté en la anterior entrega/publicación sobre el eneatipo Seis, en todas las personas operan los tres centros: el emocional, el mental y el instintivo, aunque en cada uno de nosotros predomina uno sobre los demás, resultando en un desequilibrio que se manifiesta en nuestra manera de funcionar. En las personas que se identifican con el eneatipo Siete, es el centro mental el que parece llevar el mando. Dicho centro está relacionado con el Telencéfalo (cerebro neo-mamífero). Se encuentra desarrollado en los mamíferos modernos y en algunos cetáceos. Físicamente está relacionado con el desarrollo de la corteza cerebral, el córtex, lo que permite a los humanos, además de elaborar procesos emocionales asociados al cerebro mamífero, tener una mayor capacidad de entendimiento y análisis.
En el córtex se producen los procesos intelectuales superiores; memorización, concentración, auto-reflexión, resolución de problemas, habilidad de escoger el comportamiento adecuado, etc. Digamos que es la parte que elabora el pensamiento consciente, tanto a nivel fisiológico como emocional. Está compuesto por el hemisferio derecho e izquierdo; el Derecho se encarga de los procesos asociativos, imaginativos y creativos, que se asocian con la posibilidad de ver globalidades y establecer relaciones espaciales, y en el izquierdo se dan los procesos de razonamiento lógico, funciones de análisis, síntesis y descomposición de un todo en sus partes.
La triada mental, representada por los eneatipos 5, 6 y 7, se ocupan en encontrar un sentido de orientación interior y apoyo, y están orientados, o preocupados, por el futuro. Sus sentimientos predominantes son la ansiedad y la inseguridad. Viven pendientes de preguntas del estilo ¿Qué va a ser de mí mañana? ¿Cómo consigo salir adelante? ¿Cómo hacer para no sufrir? ¿Cómo asegurarme el futuro?
De alguna forma las personas pertenecientes a estos eneatipos han perdido la conexión con la guía que supone la propia intuición. Filtran la realidad a través de un plano más mental, y su mente parlanchina se hace con el poder, no son capaces de escucharse a sí mismos/as, parar, calmar la mente y dejar que su “voz interior” guie sus acciones. Para esto es necesario la calma mental, que la mente descanse y se produzca la mente acallada, ya que este estado es un apoyo para percibir la realidad y sentir orientación interior.
Ante la incertidumbre que sienten se entregan a comportamientos que ellos piensan van a mejorar su seguridad. En el fondo, bajo las defensas de su ego, llevan muchísimo miedo.
A diferencia del eneatipo Cinco que se retira y se contiene, o el Seis que es ambivalente entre la retirada y el movimiento reactivo hacia fuera, las personas del eneatipo Siete se inclinan hacia la actividad externa y la expectación de futuro. Dada su tendencia a la acción, podría sorprender que un eneatipo como el Siete perteneciera a la triada del miedo; lo que ocurre es que no se trata de miedo provocado por elementos del exterior sino que es un miedo a su propio mundo interior, a quedar atrapados en el dolor emocional, en la aflicción y en los sentimientos de ansiedad.
Las personas de esta triada tienden a experimentar problemas durante la fase en la que el niño da sus primeros pasos hacia la independencia con respecto a la madre. Es el momento de abandonar la protección de la madre para dirigirse hacia el padre. Normalmente es el padre el que ejerce esa función de orientación hacia el mundo, de ayuda en la búsqueda de las seguridades propias. Las personas del eneatipo Siete tratan de soltarse buscando sustitutos al sustento y cuidados maternos; buscan aquello que les pueda proporcionar sustento y seguridad, por eso, frente a la ausencia de orientación interior reacciona con la GULA que les caracteriza, probándolo todo.
Tony Stark (Iron Man)
La motivación clave es mantener su libertad y felicidad, evitar perderse cualquier experiencia que valga la pena, mantenerse motivado y ocupado, además de rechazar y rehuir el dolor.
Son personas que se entusiasman con todo, son curiosos y optimistas y van por la vida a por aquello que les genera ilusión. Tienen la cabeza siempre funcionando, anticipándose a lo que está por venir, y sobre todo generando ideas que les puedan dar que hacer y pensar. Les interesa más probar y generar que profundizar. Suelen ser altamente capaces, con habilidad para aprender, tanto desde el plano mental como en el físico, lo que les lleva a ser personas “renacentistas”. La capacidad y facilidad de aprendizaje, que por un lado son algo positivo, por otro lado les lleva a no profundizar y a estar siempre en lo nuevo por aprender, desconectándolos de lo que realmente quieren. A todos los eneatipos del centro intelectual les falla justamente esto: la conexión con, y el apoyo en su propia orientación interna y en su ser esencial.
Es mejor tener muchos planes por si algo falla
Frente a la ansiedad que les provoca este no saber lo que realmente necesitan y quieren, digámoslo de esta forma, se lanzan a la carrera, al hacer, porque mientras están en el hacer consiguen dejar la ansiedad detrás de la cortina. Así mismo se lanzan a la prueba y el error con la idea loca de que van a encontrar eso que realmente desean en la vida.
Aún no tengo claro qué deseo cuando sea mayor
La pregunta que surge es: ¿cómo se puede conseguir lo que uno desea en la vida sin estar conectado verdaderamente con ese deseo? La esperanza que tienen es que en el transcurso de ese probar y probar aparezca, se manifieste aquello que satisfaga el deseo previamente desconocido.
Para un Siete el sufrimiento no sirve para nada; es mejor buscar el placer y evitar lo que duele. Hay que huir de los conflictos y de los problemas que la vida nos presenta.
https://www.youtube.com/watch?v=F19SHpqxiY8
https://www.youtube.com/watch?v=S38Xvnhdmik
Richard Castle (Castle)
Son grandes negadores del dolor, harán cualquier cosa para no quedarse en él, hacen para no permanecer en el sufrimiento. Por eso buscan la planificación, la acción y la diversión para salir de estados más conectados con sus propias emociones. Así pues son personas divertidas y que están “bien”, y que te hacen estar bien; si tú estás bien yo también lo estoy. Son grandes animadores de grupos, enseguida sacan la guitarra para animar a que la alegría y felicidad fluyan.
Tienen un carácter oral, no solo representado por la gula de cosas y experiencias, sino que son grandes seductores y oradores, te embelesan con sus palabras y su forma de estar, te envuelven con sus ideas, sueños y planes. Además son personas a las que les gusta lo diferente, probarlo todo, y siempre buscan lo especial y singular. Esto les da un carácter renacentista, o lo que es lo mismo: que saben de todo un poco y de poco mucho.
Tienen buenas dotes de liderazgo y gran capacidad para ver la salida/respuesta a los problemas al tener una mirada amplia de lo que pasa. Son inteligentes y poseen opinión propia sobre las cosas y la manera de obrar, de modo que aunque escuchan suelen hacer lo que tienen ya pensado de antemano. No suelen tener en cuenta las jerarquías o la autoridad, a la que suelen tutear. Tienen su propia ética, lo que significa que solo siguen las normas si éstas se adaptan a uno, si no, cambian su escala de valores; también, para conservar su libertad dentro de las relaciones de pareja, crean sus propias normas.
La pasión dominante del Siete es la GULA.
LA GULA entendida como consumo compulsivo de todo tipo de experiencias de comida, de relaciones, de ideas, de viajes, de conocimiento, etc. Lo quieren todo y no perderse nada, quieren probarlo todo pero no digerir nada de lo que comen, están más en el probar que en el asimilar lo probado, por eso están siempre de flor en flor, para no aburrirse. “Para ellos, planificar, explicar, generalizar y soñar suelen ser los sustitutos del actuar, sentir, centrarse y, en definitiva, vivir el presente.”
La fijación del eneatipo Siete es la AUTO- INDULGENCIA
La visión del mundo de las personas de este enatipo es positivista. Lo importante es estar bien y que el mundo gire a mi gusto. Ven un gran tablero de ajedrez donde el que es listo gana, así que me las apaño para moverme a mi gusto en él.
Tengo derecho y no me voy a castigar ni fustigar.
El lado sano de los siete
Tienen gran capacidad para desarrollarse en diferentes áreas de la vida. Son personas entusiastas, curiosas y soñadoras. Son amables y con gran habilidad para salir de las situaciones dolorosas, ya que son maleables ante la adversidad.
Cuando están en su franja más sana son comprometidos y focalizan en alguna de las áreas que les interesan; también son capaces de permanecer en las situaciones dolorosas o que les generan incertidumbre. En el fondo son capaces de estar con lo que hay y estar en la vida sin manipularla, permanecer en el presente sin que sean arrastrados por sus ideas de futuro, por sus planes y la gran cantidad de posibilidades que hay de vivir. Eligen y están.
Os propongo algunos vídeos que ilustran a las personas tipo Siete:
Pipi Calzaslargas, protagonista de la serie de novelas de Astrid Lindgren.
Robin Williams, en el “El club de los poetas muertos”
Discurso sobre la vida – El Indomable Will Hunting
Jim Carrey
Jesús Calleja en “Desafío Extremo”.
Peter Pan
Obelix
Porthos en el “El hombre de la mascara de hierro”
Sherlock Holmes en el “El secreto de la pirámide”
Axel Foley en “Superdetective en Hollywood”
Peter Venkman en “Los Cazafantasmas”
Patch Adams
Tío Albert en “Mary Poppins”
Roberto Benigni en “La vida es bella”
Liam Neeson en “La lista de Schindler”
Marty, la cebra de “Madagascar”
Harrison Ford como Han Solo en “Star Wars”